TCF En Español
Qué pasa con mi dolor
El dolor de cada persona es único. Usted y su cónyuge van
a experimentar y enfrentar el dolor de distinta manera.
Es importante conocer que los procesos de dolor son distintos en cada persona
y que ello puede traer una serie de inconvenientes en las relaciones de
los matrimonios y de la familia misma. Por ello, es fundamental fijar este
concepto: cada dolor es único e individual.
Hay que evitar observar la manifestación del dolor del otro con
espíritu y actitud crítica; ello llevará solamente
a un distanciamiento o a alimentar sentimientos negativos que ahondarán
más profundamente su dolor.
Del mismo modo, ante la muerte de un hijo el matrimonio sufre. El apoyo
que cabría entre los esposos raras veces ocurre después de
la muerte de un hijo. Ambos atraviesan por el dolor máximo y ni
el marido ni la mujer tienen capacidad de apoyar al otro. Están
quebrados y desintegrados ellos mismos. No espere que su cónyuge
solucione su dolor o comprenda la forma en que usted lo vive. Cada uno
debe atravesar la tragedia por su propio camino. Sin embargo, respétense
mutuamente en su dolor y será ese respeto el que los fortalecerá
en un camino en que convergerá finalmente en los que los une: el
amor y el dolor mutuo.
En materia de dolor no hay tiempos, ni todos los procesos pueden asemejarse.
Sin embargo, lo que la experiencia indica es que hay una primera etapa
en que el dolor se siente como una opresión permanente, constante
y desgarradora; una segunda etapa en que se producen apariciones cíclicas
de ese síntoma y una etapa final de estabilización, en la
que el recuerdo de su hijo comienza a manifestarse como una emoción.
Es muy importante ser paciente y no exigirse más de lo que uno puede
dar. No hay ninguna obligación de ser "fuerte". Permítase
sentir con toda la intensidad que desee el dolor y la ausencia. El proceso
de duelo no podrá ignorarlo. Antes o después aparecerá.
Todo indica que cuanto ante lo encare y más profundamente lo viva,
más oportunidades tiene de poder salir airoso de él. Como
alguien lo ha ejemplificado, es necesario sufrir para dejar de sufrir.
¿Qué es Los Amigos Compasivos?
Los Amigos Compasivos (en muchas partes de los países de habla hispana
Corporación Renacer) es una organización de padres y madres
que han perdido uno, o más hijos, de cualquier edad y por distintas
circunstancias.
Los Amigos Compasivos no está afiliada a ninguna religión,
partido político u otras organizaciones, y nos mantenemos con contribuciones
voluntarias ya que somos una organización sin fines de lucro.
Nuestro objetivo primordial es recuperarnos de nuestro dolor y ayudar a
otros a alcanzar paz y serenidad.
La mariposa que acompaña al logo, significa la nueva vida de nuestros
hijos fallecidos y una vida diferente para nosotros. Es el símbolo
de Esperanza, Renacer y Belleza.
¿Cuáles son los objetivos de Los Amigos Compasivos?
1. Crear y mantener un espacio cálido a través
de grupos de "auto ayuda" para compartir sentimientos y vivencias que ayudan
a sobrellevar el duelo.
2. Brindar apoyo afectivo que pueda facilitar el avance
en el proceso del duelo y transformar el inmenso dolor en sentimientos
y acciones positivas.
3. Ofrecer, no sólo a padres, sino a familiares
y amigos, información confiable sobre cómo se vive la pérdida
de un hijo.
¿Quién puede pertenecer?
Cualquier padre y madre que haya sufrido la pérdida de un hijo,
sin importar el tiempo transcurrido, y que esté dispuesto a dar
y recibir ayuda.
Eso sí, Los Amigos Compasivos no es una institución de ayuda
psicológica profesional.
¿Cómo funciona Los Amigos Compasivos?
Por medio de grupos de autoayuda formados exclusivamente por padres que
han vivido esta experiencia, los cuales se reúnen mensualmente en
sesiones de dos horas.
La organización se mantiene con contribuciones y donaciones voluntarias,
ya que no tiene fines de lucro.
En los grupos se enfatiza la solidaridad, el respeto mutuo y la confidencialidad
de la información compartida
~ Jose Santaballa (BSF Chapter of TCF)~ |